marketing de contenidos

A estas alturas de la partida, supongo que estarás bastante harto de leer sobre marketing. Tú que te metiste en esto porque te gustaba escribir y, al final, resulta que lo de menos es escribir. Baroja escribió una preciosa trilogía que llamó «la lucha por la vida», nosotros aquí en MOLPE podríamos escribir otra, la llamaríamos «la lucha por la visibilidad». No sería tan glamurosa como la del Madrid barriobajero de principios de siglo, pero créeme si te digo que sería igual de impactante.

Por si no tenías suficientes términos raros dándote la vuelta por la mollera, ahora va y te metemos otro: marketing de contenidos. ¿Y qué será eso? te estarás preguntando. ¿De verdad tengo que aprender más cosas? Pensarás. Pues sí, te respondo yo, no te queda otra.

Qué es el marketing de contenidos

El marketing de contenidos es una forma de vender sin necesidad de ser comercial. Si has visto a esos escritores que se pasan la vida lanzando el mismo mensaje comercial en Twitter, esas cuentas que solo se dedican a retuitear todo lo que se publica sobre su libro —que siempre es lo mismo—, entonces ya sabrás lo que NO es el marketing de contenidos.

Se trata de crear una relación estable de confianza con tus lectores para que, llegado el momento, realicen una acción de compra o un lead. Sin embargo, el marketing de contenidos va más allá del simple mensaje comercial de turno; se trata de crear esa relación y de mantenerla mediante el diálogo.

¿Y cómo se establece ese diálogo? Pues con los contenidos, claro está.

Se trata de generar posts relevantes y de calidad que atraigan a tus lectores ideales hasta tu blog y establecezcan una relación de confianza con ellos, para conseguir que se involucren contigo. De esta forma, crearás una conversación con ellos y sentirán que forman parte de una comunidad.

Aunque la finalidad de cualquier tipo de marketing es la venta, en este caso, tenemos que evitar ser o sonar comerciales. En primer lugar, el marketing de contenidos regala mucho más de lo que vende, pues solo mediante la creación continuada de contenidos, podrás establecer la relación que lleve a tu lector a comprar tu libro.

De esa manera, estarás creando lectores fieles, personas que acudirán a ti porque les gusta lo que haces o cómo lo haces, crearás una base de lectores que te verán como un experto, alguien en quien se puede confiar. En resumen, tu objetivo será crear fans más que compradores.

No es marketing, es comunicación

Aunque no te lo creas, el marketing de contenidos se basa principalmente en la comunicación. Sin comunicación con el lector, no existirá una base de confianza y sin esa base, no habrá suelo fértil sobre el que sembrar las semillas de nuestras ventas.

La mejor forma de comunicar con tus clientes es añadir valor a sus vidas, ¿y cómo puedes añadir valor? Muy sencillo, creando piezas de contenido que les enseñen a hacer algo nuevo, que les ayuden a crear algo maravilloso o que les permitan aprender y desarrollarse en algo que aman.

Tienes que ser capaz de ayudar a tu lector. Para eso deberás identificar cuáles son sus principales problemas y necesidades y ofrecer una respuesta. Tendrás que ser empático para identificarte con ellos y ofrecer una respuesta a sus problemas. La conexión a nivel emocional será clave para desarrollar el diálogo.

¿Para qué quiero aprender marketing de contenidos?

A día de hoy, no hay nada más importante que el marketing de contenidos. Y no lo digo yo, ni lo dice Ana, ni te lo estoy contando porque es lo que toca. No. Lo dice Nielsen, una de las mayores empresas sobre gestión de consumidores, que señala que el marketing de contenidos está desbancando ya a la publicidad tradicional en medios como la televisión y la radio.

Ya, ya… Tú eres un honrado escritor, no una agencia de marketing… Y tienes el alma más bohemia que un perroflauta ¿Y qué? ¿No quieres vender tus libros?

El marketing de contenidos funciona para todo el mundo, incluso para los que como tú y como yo, no disponemos de un presupuesto generoso para marketing. ¿Sigues sin creerme? Bueno, pues te pongo un ejemplo, a ver si te convenzo.

Pongamos que eres un experto en ciencia ficción y acabas de sacar a la venta una nueva novela. Tienes cierta base de lectores, pero tus anteriores novelas —a pesar de que te pasabas el día lanzando mensajes en bucle por Twitter—, no vendió más que unos cincuenta ejemplares… Tal vez menos. Tu objetivo con esta nueva novela es vender algo más, pongamos que quieres vender 500 ejemplares. ¿Cómo vas a hacerlo? Una opción, sin duda, es pagar a Google para que tu libro aparezca entre los primeros resultados y en los anuncios de ads, puedes hacer lo mismo con Facebook y con Twitter, pero al final te habrás gastado un montón de dinero y, si no has sabido crear tus anuncios y dirigirlos al segmento correcto de tu público objetivo, el resultado que te generarán será pésimo. Puede que logres unas pocas ventas más, pero no estarás logrando crear y fidelizar una base de lectores.

Además, ¿qué pasará el siguiente mes? ¿Pagarás más para que tus anuncios sigan apareciendo? ¿Y tu próximo libro? ¿Estás dispuesto a gastar todo eso? En fin, no está nada mal invertir algo de dinero en promoción, Adwords y Facebook Ads son buenas opciones, pero así no lograrás una audiencia base, no ampliarán tu número de lectores fieles. El que encuentre tu libro mediante estos anuncios, no te conocerá, no sabrá quién eres o qué es lo que haces… y seguramente no se preocupará en hacerlo.

Ahora bien, eres un experto en ciencia ficción y como tal deberías tener un blog. Esto atraerá a muchos aficionados del género que, con el tiempo, habrán visto en ti una figura fiable, un experto en la materia. Escribes un artículo en tu blog sobre ese libro que acabas de publicar, todos esos lectores que confían en ti leen el artículo y al final del mismo, colocas un enlace a tu libro. Pongamos que logras un 4% de gente que pincha el enlace y lo compra (leads) —es muchísimo, pero es un ejemplo, no te lo tomes al pie de la letra—, esto significa que, de cada 100 personas que lean tu artículo vas a vender 4 libros. Si al final del mes te han leído 10.000 personas —la base de audiencia efectiva de cualquier blog—, estarás vendiendo 400 libros. Y eso solo en un mes. Tu artículo, a diferencia de tus anuncios publicitarios, estará ahí para siempre, lo que significa que seguirá generando leads mes tras mes.

Y no tienes que conformarte solo con un artículo; deberías crear una serie de artículos para promocionar ese libro y una serie de correos y luego reciclar esos correos y crear un vídeo… En fin, supongo que ya sabes a lo que me refiero.

Ve dónde están tus lectores

El marketing de contenidos es la mejor opción para todos aquellos que no disponen de grandes presupuestos, pues lo único que necesitas es crear contenidos de valor para tus lectores. Crea algo que les encante, algo que les enseñe a escribir mejor, enséñales a diseñar sus propias portadas o a usar esas herramientas súper chulas de edición, si tu blog es para escritores. Háblales de las últimas novedades en tu género, reseña los mejores libros y haz posts curiosos relacionando series o pelis con literatura, si tu blog está enfocado a lectores.

Haz algo que sea único, haz algo que nadie más haya hecho o haz algo que hagan otros, pero hazlo mejor. Crea grandes contenidos y engancha a tus lectores, habla con ellos, abre canales de diálogo y no te centres solo en el contenido escrito, hay cientos de formatos divertidos para crear: desde memes, hasta podcasts, las opciones son casi ilimitadas, todo depende de lo que quieran tus lectores y de sus hábitos de lectura.

Sobre todo, debes tener presente que el marketing de contenidos no se basa en tus gustos. No importa que seas el mejor copywriter a este lado del Ebro, si tus lectores prefieren contenidos de tipo visual, vas a tener que crear una estrategia basada en las imágenes, en memes o en vídeos en directo. Si tus lectores no tienen tiempo de leer blogs, lo mejor será pensar en formatos como el podcast, que puedan escuchar de camino al trabajo o mientras hacen deporte.

Como te digo, no importa lo que tú quieras. Lo único que de verdad importa, los únicos con voz y voto en todo esto, serán tus lectores y nadie más, tienes que ofrecer contenidos que encuentren relevantes y para eso, tienes que escucharlos activamente y entenderlos, como si fueran tus colegas.

Supongo que muchas de estas cosas ya las estabas haciendo. Seguro que has escrito muchos contenidos, que has estudiado a tus lectores y que has estado buscando cuáles eran sus necesidades y tratando de establecer una relación con ellos, respondiendo a sus preguntas y aportando valor en cada contenido.

Si lo estabas haciendo, ¡bravo! Tengo que felicitarte, porque tienes mano para esto. Sea como sea, ahora ya sabes a qué te enfrentas, ¿crees que estás preparado?.

Esto es el marketing de contenidos, ¡a luchar!

En la plataforma, tenemos un curso de marketing de contenidos, en el que te enseñamos cómo hacerlo. Pero si decides que no quieres tener nada que ver con el marketing, también podemos hacerlo por ti