En realidad, este no es el post que tenía previsto publicar hoy. Pero esta semana he leído el manifiesto que publicó José de la Rosa en su blog renegando de las redes, de los blogs y del marketing online en general y desnudando su alma (y algo más) ante los lectores y pensé que merecía una respuesta extensa.
Muchos escritores se sienten como se siente Jose ahora. Sobresaturados. Muchos de nosotros escribimos robando como él («Como la mayoría escribo robando: Robo tiempo a mi familia, tiempo a mi trabajo, tiempo a mis amigos, a mis vacaciones, a mi descanso, a mis comidas. Busco huecos imposibles donde poder seguir con mi deseo de ser escritor, que lo devora todo»). A ese arañar-minutos-al-día para poder escribir, se le une ahora el tener que mantener un blog de escritor, actualizar tus redes y, como él dice, generar contenido de valor para obtener visibilidad online. Y sí, es una montaña que es difícil de coronar y son muchos los que arrojan la toalla por el camino, agotados.
Hay varias cosas que tienes que tener en cuenta antes de empezar a subir esa montaña.
Primer paso: el objetivo.
¿Por qué quieres subir la montaña? ¿Cuál es tu meta al llegar a la cima: ser escritor o vivir de lo que escribes? Porque ser escritor no significa hacer marketing online. Solo es necesario hacer marketing online si quieres vivir de la literatura algún día. Y no te hace falta subir toda la montaña en una jornada. De la misma manera que no te hace falta estar en todas las redes sociales. Solo necesitas estar en la que están tus lectores. En el caso de Jose, Facebook. Y ya.
Segundo paso: la inversión.
Un negocio no funciona sin una inversión previa. Una carrera —de lo que sea—, tampoco. Cuando quieres ser escritor y, repito, vivir de la literatura, tienes que hacer una inversión monetaria. ¿En qué? Primero, en un mentor. Que no digo que ese mentor sea yo, pero tienes que buscarte a alguien que te oriente, que te dé unas pautas, que te diga qué debes hacer y que no. Porque si no la cantidad de arena que lleva la montaña te terminará sepultando como un alud. Y morirás de empeño, de tanto leer blogs, de tanto manual que hay por ahí. Elige un mentor (solo uno) y fórmate con él/ella hasta que ya no pueda enseñarte más.
Pagar por ser solo escritor y que los demás se encarguen es demasiado caro.
Pero las bases tienen que ser profesionales. La primera impresión es la que cuenta. Y tienes tres segundos para crearla. ¿Qué impresión da un blog de escritor creado en un blogspot o en un wordpress.com? Da impresión de poco profesional. Así que también hay que invertir en dominio y en hosting.
¿Y qué importa eso, me dirás? Yo solo quiero escribir. Como dice Jose, sobre las papas con carne. Pero resulta que ese escribir sobre lo que te pasa en tu día a día no te sirve para nada, salvo para perder tiempo. Ese tiempo que no tienes para escribir tus libros. No te sirve para ganar lectores, ni para conservar a los que ya tienes. No te sirve para vender más libros. Entonces, ¿para qué mantienes un blog?
Volvemos al punto uno: ¿cuál es tu objetivo con esto?
Tercer paso: la rutina.
Ser consciente de quién eres y de cuál es el tiempo del que dispones es importante para saber si vas a ser capaz o no de conseguir tus objetivos y en cuánto tiempo. Si solo dispones de dos horas al día para escribir y todo lo demás que conlleva ser escritor, está claro que no puedes asumirlo todo a la vez.
Si solo dispones de dos horas al día, dedica una a escribir. Aunque solo escribas 500 palabras por jornada. La rutina hace milagros. Y la otra hora a crear tu comunidad. Si solo tienes veinte minutos al día, dedica 10 a cada cosa. pero sin interrupciones. Hazlo religiosamente. Todos los días.
Si no puedes publicar todas las semanas en tu blog, publica cada 15 días. O cada mes. Organizarte, integrar esa publicación en tu rutina, hace que no te hundas en las arenas movedizas del devenir diario. Y sí, hay que controlar muchas pequeñas cosas para no perder el tiempo en publicar contenido que no te sirva para nada, pero hemos dicho que has invertido en tu proyecto y te has buscado un mentor que te ahorre años de tropezones y crisis de ansiedad.
Cuarto paso: la audiencia.
José de la Rosa afirma al final de su post que «decidí que no quería hacer nada de esa larga lista que no fuera el último punto. Me hacía infeliz. Me daba igual pasar de vender unos pocos y honrosos miles de libros a unas escasas docenas, me daba igual estar en las mesas de novedades que en las estanterías más recónditas. SOLO quería escribir».
Pero tengo que decirle una cosa y es que él ya juega con ventaja. Ha hecho trampa (sin quererlo, posiblemente). José de la Rosa ya tiene una audiencia porque lleva mucho tiempo trabajando en esa marca personal (que él refiere como marca blanca y que yo creo que es una marca personal, diga él lo que diga) y en este post ha empleado varias técnicas de marketing.
Este post —que empatiza irremediablemente con su audiencia— es un post viral.
Empieza con un título impactante.
Luego, sigue con la foto. Solo por eso ya te quedas a leer. Con dos cojones (y nunca mejor dicho).
El primer párrafo es storytelling. Y maneja de manera adecuada las palabras claves.
Y finaliza enlazando al post de la semana siguiente, asegurándose de esa manera la vuelta de sus lectores.
Puede que José de la Rosa esté hasta los huevos del marketing, pero no cabe duda de que lo ha integrado en su rutina ;D.
Quinto paso: disfruta.
Ser escritor es un trabajo muy duro. Mucho más cuando no vives de ello porque entonces tienes un trabajo nutricional que te roba muchas horas. No te obsesiones con los objetos relucientes que ves en otros blogs. No persigas snitchs doradas. Sé tú mismo. ¿Quieres ser un ermitaño literario, como dice Jose? Nadie te lo impide. Hazlo. Disfruta de tu escritura. Porque si las cosas se hacen forzadas, siempre se notan y no se consiguen. ¿Tardarás más? ¡Qué más da! Esto no es una carrera de fondo. Es una maratón.
Y sí, se puede llegar a disfrutar del marketing. Os lo prometo. Pero para ello hay que ir paso a paso y no subir corriendo la montaña.
Yo estoy de acuerdo contigo, Ana. El artículo en sí hace exactamente eso de lo que se queja. Ese artículo es marketing digital y muy bien pensado además… Tan bien pensado que tiene toda la pinta de estar planeado palabra por palabra, para conseguir exactamente lo que está consiguiendo: que se comparta, que se haga viral, que la gente le conteste… En fin, chapeau, hay que quitarse el sombrero.
Lo del blog para escribir sobre las papas… Yo también lo pienso muchas veces, muchísimas. Tengo ganas de tener un espacio personal, una bitácora, pero no voy a abrir un blog solo para eso. Si algún día me decido por hacer eso, usaré Medium, que para eso está y no me cuesta dinero tenerlo.
A mí también me estresan estos temas —y eso que yo trabajo haciendo esto— y otras veces me estresa escribir y me lo quiero dejar. Pero bueno, supongo que son fases. Será que nuestras madres no atendían nuestras quejas y la mayoría de escritores nos hemos quedado en la fase quejicas, porque siempre encontramos algo de lo que andar llorando por las esquinas…
Parecemos La Lirio…
Los escritores tenemos una pulsión natural a buscar lo de ser leídos. De ahí lo de escribir sobre «nuestras cosas» en un blog público, en vez de en un diario. Pero es verdad que hacerlo no sirve para ser más conocidos como escritores.
He tenido que buscar quién era La Lirio (torpe que es una XD)
Era una luni :p
*Lumi (maldito autocorrector)
El eterno tema.
Es cierto que el artículo de de la Rosa es paradójico porque la misma foto en sí ya es una estrategia de marketing.
En cuanto a tu réplica, pues creo que lo más importante es disfrutar, porque si no, como no veas resultados acabarás quemado (y aún así hay muchos momentos en los que te pasas meses oliendo a chamusquina).
En cuanto al listado, yo lo cambiaría, y lo primero que pondría sería 1: Presupuesto.
Es decir, si eres parado, estudiante, o tienes una situación económica chunga, no vas a poder pasar al punto 2 y menos con los beneficios que generarás al principio con la escritura, con lo cual es un poco rollo «círculo de la pobreza» u «Ouróboros de la locura».
Supongo que en la sociedad de mercado en la que estamos, las cosas funcionan así. ¿Significa que si no tienes la pasta suficiente no puedes escribir o aspirar a ser un profesional?
Pues no lo sé, la verdad.
Es algo que todavía me planteo.
Me gustaría pensar que no, pero es cierto que contar con orientación facilita las cosas y hace que progreses más rápido.
También pienso que el paso que él ha dado te lo puedes permitir cuando ya cuentas con esos miles de gloriosos ejemplares vendidos, si lo das desde que solo estás en las decenas de ejemplares, ni te plantees hacer esto por otra cosa que no sea por el propio placer de escribir y que te lean unas decenas de personas (con suerte), salvo que seas una J. K. Rowling de la vida y tengas una flor en cierta cavidad de tu anatomía.
En cuanto al objetivo, no sé donde lo pondría.
Es importante, porque te orienta, pero también puede ser muy frustrante cuando no ves resultados, en cuyo caso te orienta, pero te pone mirando a Cuenca.
En fin, esa es mi inexperta, contradictoria y humilde opinión.
Gracias por compartir con nosotros tus conocimientos e inspirarnos.
Abrazos
El objetivo debe estar al principio. Porque no son lo mismo los esfuerzos encaminados a vivir de la literatura que a aumentar tu visibilidad. De hecho, debemos marcarnos objetivos mensuales y ver si los cumplimos o no. Y si no los cumplimos, buscar en dónde estamos fallando. Solo siendo conscientes de nuestros errores podremos mejorar.
Para eso, el blog cuenta con la inestimable ayuda de Analytics.
Me ha encantado tu artículo, y gracias por la réplica. Creo que tienes razón en todo, incluso en lo del marketing porque llevo tantos años haciéndolo que no sé escribir un post sin usar todas las herramientas que conozco. He tardado dos meses en escribir ese par de folios (un tercio de lo que tardo en escribir una novela de 300 páginas), así que imagina si está pensada cada palabra. El camino que tú trazas es el correcto, lo que sucede (lo que me ha sucedido a mí) es que llega un momento en que tienes que elegir y si el objetivo no está claro o no es sólido (quizá ese sea mi caso) la montaña se derrumba. Gracias de nuevo y un fuerte abrazo.
Bueno, ¿sabes qué? Nunca está de más pararse a hacer un descanso en el camino, admirar el paisaje y decidir el siguiente paso. Un abrazo 😀
Un post estupendo cargado de verdades. Me ha dejado, sin embargo, con una duda existencial. ¿Por qué un blog de escritor creado en un blogspot o en un wordpress.com tiene aspecto de poco profesional? ¿Acaso la forma (diseño) es más importante que el fondo (contenido)? ¿Qué plataforma es, pues, la aconsejable?
Muchas gracias y un abrazo.
La verdad es que podría decirte que no, que el contenido es el rey, como de hecho es. Pero cuando un lector llega a tu blog tienes tres segundos para captarlo (no lo digo yo, está estudiado) y en esos tres segundos hay una serie de cosas que se captan de forma inconsciente: la primera, la velocidad de carga. Si el blog tarda mucho en cargarse, el lector se va sin leer nada. La segunda, el diseño. Si tu blog no tiene un diseño atractivo, el lector se irá sin leer nada. Y la tercera, la imagen que ofrece. Un escritor profesional suele tener un blog con su nombre.com, no un blogspot. Así que si tu blog es un blogspot le estás diciendo al lector: no soy profesional, soy alguien que está haciendo esto de hobby y no me merece la pena hacerme una web con mi propio dominio. En el caso del wordpress.com, además, estás cometiendo un error tremendo. Porque wordpres.com (al contrario de blogger o wordpress.org) no te permite tener google analytics, con lo que no te sirve para nada tener un blog porque irás a ciegas sin saber si lo estás haciendo bien o mal.
Entiendo que muchos autores se decepcionen y se frustren con el marketing.
Lo que no entiendo es a los autores que usan el marketing para quejarse del marketing. Y aquí mi primo (que siendo de la Rosa y de Sevilla, algún tipo de parentesco tendremos) no es el único caso que veo. Al menos él reconoce que hace uso del marketing, de las redes, de todo lo que conoce. Y que lo detesta y está hasta las narices.
Yo seré un bicho raro. Serán los genes de dragón o los aguacates de los millenials, no lo sé, pero yo disfruto muchísimo con el marketing. Disfruto formándome, disfruto leyendo, trabajando, haciendo curación de contenidos y analizando las redes. Me gusta.
Un muy buen post, Ana. Y mis ánimos a José, que hay que tener dos cojones también para dejar las cosas reposar y para salir así en un artículo. Yo no podría xD
Excelente post y respuesta a la vez. Cuando leí su post pensé «perdió el rumbo hace mucho tiempo, y de la peor manera, solo que apenas hace un año se dio cuenta», y mira lo que dices aquí.
Como escritora llevo cinco años (en papel, en la cabeza llevo más de quince), pero publiqué mi primer libro hace apenas ocho meses, y me declaro obsesionada con el marketing. Anoto todo lo que encuentro y lo organizo de tal forma que pueda tenerlo siempre a la mano, trato de estar lo más organizada posible, y me gusta preparar todo con antelación, pero… ¿implica eso que estoy todo el tiempo en las redes? NO en mayúscula. Tengo mis objetivos claros, por eso me puedo desaparecer de Facebook, que es la red que menos me gusta, hasta una semana, y ¿sucede algo? No, porque mis lectores lo saben, yo lo sé, y así estoy bien. Me organizo, y en esa organización tengo contemplado el tiempo de ocio, de despeje como le llamo, y por eso no me aburro.
La organización es fundamental para todo en la vida, no importa la profesión que tengas o a lo que te dediques. Existen mujeres que tienen un esposo y ayuda de sus padres, y sienten que la maternidad las está matando, cuando solo tienen un hijo; mientras que otras tienen tres hijos, están prácticamente solas, y son felices pasando tiempo de calidad con los niños. La primera no se organiza, la segunda sí. Eso es lo que sucede. No se trata de pasar todo el día en las redes sociales o todos los días. No se trata de «voy a publicar este libro» y lanzarse a hacer promoción como locos por un mes, y luego perderse porque ya no doy más; se trata de como dices, crear una rutina que se acomode a tu estilo de vida, y de esa forma, se le coge el gusto a las cosas y todo es más fácil. Mira que redes personales no tengo porque no me gustan, no les encuentro la gracia, pero como escritora sí, y en ellas solo tengo a un amigo que nada tiene que ver con este mundo, todos los demás son lectores y escritores. Cuando no le encontramos utilidad a las cosas, comienzan a fastidiar, y yo a las redes les encuentro mucha utilidad como Martina Bennet.
Besos, y me encanta esta página, solo que es la primera vez que comento.
Mil gracias, Martina. Por el comentario y por encantarte esta página. Y sí, tienes razón, la clave está en la organización y en la rutina. En establecer que, queramos o no, el marketing forma parte de nuestro trabajo como escritores (si queremos vender, claro).
Extraordinarias reflexiones y lecciones que me ponen en aviso para organizar mejor mi proyecto, gracias por estos esfuerzos compartidos, muchas gracias.
A ti por leerlo 😉