CÓMO CORREGIR TU LIBRO

¿Necesitas corregir tu libro?

Vaya una pregunta tonta. ¡Pues claro que sí! Es imprescindible que lo hagas. Tanto si has decidido autopublicar como si envías el manuscrito a una editorial, la corrección es un paso que no te puedes saltar. ¡Incluso en el segundo caso, sí! Así que hoy toca hablar de eso, de cómo corregir tu libro.

Con editorial

Aunque una editorial cuente con su propio equipo de correctores, ten en cuenta que reciben cientos de manuscritos al año, de manera que si el que tú les envías está por encima de la media con respecto a los que les llegan, tus probabilidades de que capture la atención del editor se multiplican. De modo que aplícate en este paso si quieres destacar.

Autopublicado

En el caso de que decidas autopublicar, tampoco te libras de ello. También aquí la competencia es a cara de perro y presentar un libro con erratas y errores sólo te llevará a perder ventas. Los lectores pueden pasar una equivocación (aunque es mejor que no se topen con ella), pero, si ven que tu texto no se ha sometido a una buena corrección, no te darán una segunda oportunidad. No importa cuánto escribas después de esa novela. Con ella habrás perdido la posibilidad de fidelizar al lector.

Así que, sí, grábatelo a fuego: la corrección es una fase en la producción de un libro ineludible, inevitable, inexcusable… No importa cuánto la odies, la revisión de tu manuscrito es absolutamente imprescindible.

¿Pero cómo hacer una buena corrección? Vamos a ello, que te lo explico en este artículo.

Cómo corregir tu libro. Pasos de la corrección

Si quieres realizar una buena corrección de tu novela, estos son los pasos que debes seguir:

Paso 1: qué sobra y qué falta en tu libro

Lo primero que debería ocupar tu tiempo de corrección es comprobar todas esas partes (sobre todo capítulos y escenas) que quizá sobran o que hacen falta.

Pon distancia

Esta es una parte de la corrección que, normalmente, requiere grandes cambios por lo que es importante que la realices con ojos nuevos, es decir, que antes de ponerte con ella hayas dejado pasar un tiempo para que el cerebro se olvide de lo que está escrito y se enfrente al texto, si no de nuevas, al menos sí con cierta frescura. Así te resultará más sencillo descubrir qué funciona y qué no, o si el texto cojea porque le falta o le sobra algo.

Sé decidido

Si tienes que añadir, añade; pero lo realmente difícil en esta parte de la corrección es suprimir. Cuando ves que toda una escena, incluso todo un capítulo, no aporta nada a la historia y, por tanto, es innecesario, elimínalo.

Es difícil, lo sé. A veces nos gusta tanto esa escena que, aunque seamos conscientes de que debemos suprimirla, nos resistimos. Sé fuerte y sé decidido. No dudes. Si el capítulo o escena que estás revisando no tiene ningún objetivo específico en el desarrollo de la historia, ¡fuera!

Duele, pero es imprescindible que lo hagas. Lo importante es que la novela funcione.

Asegúrate de que todo encaja

Si eres un escritor que ha planificado su novela, puede que creas que todo está bien estructurado antes de empezar a escribirla, pero no siempre es así. A veces, cuando estudias el texto, te das cuenta de que hay ciertos capítulos o escenas que podrían funcionar mejor si los adelantas o los retrasas. Esto también les ocurre a los escritores de brújula, por cierto.

Si se da el caso en tu novela, mueve ese capítulo o escena al lugar donde crees que mejor funcionará y asegúrate de que el resto de los capítulos aún tienen sentido, desempeñan el papel que les corresponde y siguen encajando de forma correcta.

Atención a la voz narrativa

Asegúrate de que no la cambias ni de que se producen intromisiones de otras voces en mitad de una escena o capítulo. ¡Cuidado con esto! Es un error fácil de cometer.

Una vez que has realizado este primer paso de la corrección, toca dar el segundo. Vamos a por él.

Paso 2: edición del libro

Este segundo paso en la tarea de corrección de tu libro requiere unas puntadas más finas. Aquí ya no nos ocupamos de estos trozos grandes de la novela (capítulos y escenas) sino de otros más pequeños: párrafos, diálogos, oraciones…

También aquí debemos estar ojo avizor a la hora de asegurarnos de que todo lo que aparece en la novela, ya sea un párrafo, ya sean unas líneas de diálogo, etc. (tal y como ocurría con los capítulos y las escenas) están ahí porque cumplen una función específica. Si no es así, haremos lo mismo que antes: eliminarlos.

Refina el texto

Pero es que, además, en esta revisión debemos ir analizando el texto casi palabra a palabra en busca de la que mejor describe lo que queremos decir. Esta es la parte en la que hay que eliminar perífrasis, adjetivos que no añaden nada, adverbios, repeticiones de palabras…

Da valor a las palabras

También aquí debemos ser muy cuidadosos a la hora de analizar el vocabulario que hemos empleado. Asegúrate de que la palabra que has utilizado corresponde realmente a lo que deseas transmitir.

Por otra parte, evita buscar términos demasiado rocambolescos. ¿Por qué utilizar lo difícil cuando en la sencillez se encuentra la belleza?

Pule la estructura

Evita que el texto sea farragoso, bien porque tú mismo te has liado (nos pasa a todos), bien porque has jugado con la estructura de las oraciones y el resultado acaba por ser anárquico, a veces incluso incoherente. Revisa la sintaxis. No juegues con ella a liarlo todo. Al final, puede que lo único que consigas es un texto turbio. Mejor, como en el caso de las palabras, lo sencillo que lo complejo y artificioso.

Paso 3: ortografía, erratas, errores…

El último paso en la corrección de nuestra novela consiste en asegurarnos de que nuestro texto queda limpito de faltas de ortografía, erratas e incluso errores (esos en los que decías que la chica tenía ojos azules y cuatro capítulos después se los pones de color verde).

En papel y a ratitos

Este tipo de corrección es mejor realizarla en papel (o en tu lector electrónico, yo lo hago así) y poco a poco. Si intentas avanzar mucho de una vez, el cerebro se cansará y probablemente le pasarán desapercibidos errores que quedarán en tu texto como una mácula indeleble.

En voz alta

En este último paso, lee el texto en voz alta. Este tipo de lectura te indicará si el texto es fluido, si lo has puntuado bien, si los diálogos resultan verosímiles o artificiales, o si de repente te vas por los cerros de Úbeda porque has dejado ahí una retahíla de párrafos que no aportan nada y que desconcentran al lector.

Una vez realizados estos tres pasos sobre cómo corregir tu libro, aún puedes refinar más el texto con estos consejos.

Unos consejos más sobre cómo corregir tu libro

  1. Atención a las redundancias: ya sabes: bajó abajo, subió arriba, aplaudió con las manos…
  2. No repitas información ya dada: el lector no es tonto y se acuerda de las cosas. Si resultas demasiado explicativo, se mosqueará contigo, aparte de que esta es una práctica que resta muchos enteros a la novela.
  3. Evita aburrir al lector con la enumeración de acciones innecesarias: Abrió la puerta del bar, entro, echó un vistazo en busca de una mesa libre, se dirigió hacia ella y se sentó tras quitarse el abrigo. Miró el menú, eligió un plato, llamó al camarero. Aguardó a que llegara… Ufff, no necesitas ir narrando paso a paso lo que hace el personaje. Además, a veces lo hacemos en stacatto. Cuidado con eso también.
  4. Cuidado con los nombres de los personajes: evita a toda costa que se repitan y, si además consigues que ninguno de ellos empiecen por la misma letra o sean parecidos, mejor que mejor.
  5. Muestra, no cuentes. Es un consejo típico, pero no por eso deja de tener valor.
  6. Huye de los clichés. Sé original y sorprende al lector.
  7. Asegúrate de que el lector está permanentemente orientado, tanto desde un punto de vista espacial como temporal. A veces en nuestra cabeza está muy claro el cambio de escenario o de tiempo, pero no hemos sabido trasladarlo al texto y confundimos al lector.
  8. No abuses de los signos de exclamación ni de los puntos suspensivos.
  9. Estudia cómo utilizar la raya de diálogo, tanto cuando el personaje habla como cuando introduces una acotación.
  10. Sé paciente y tómate el trabajo de corrección en serio. Aunque a veces resulte una tarea pesada, el resultado merece el tiempo y esfuerzo empleados en ella.

En la plataforma de MOLPE hay dos cursos que te ayudarán con la fase de corrección de tu novela: el curso de autocorrección de novela para esta primera fase de autocorrección, donde Paola Álvarez —correctora y escritora de novela romántica— te va dando pautas paso a paso, y el de recorrido de novela, en el que Ana te cuenta los pasos que hay que dar después de la fase de autocorrección.