Cómo diseñar la portada de tu libro y no cagarla

Dicen que nunca hay que juzgar un libro por su portada, pero yo he entrado en Amazon y he visto portadas horrendas… Tan feas que por nada del mundo me atrevería a leer lo que hay dentro. No se debe juzgar un libro por su portada, pero todos lo hacemos, porque hay algo que nos dice que, si al autor le importa tan poco su obra como para publicarla con una mala portada, tampoco cuidará el contenido.

Algunas veces te equivocas, pero la mayoría aciertas.

Un libro, en estos momentos en los que el mercado editorial está saturado, con cientos de libros autopublicándose a diario en Amazon, necesita llamar la atención de los lectores desde el minuto uno. Y, por desgracia, la portada es lo primero que ven esos lectores, que no te conocen de nada, cuando se topan con tu libro. Si tu portada no llama la atención lo suficiente o si es horrible, el lector pasará. Ya sé que es muy superficial, pero tienes que pensar en esto como si fuera Tinder o pones tu mejor imagen, o van a pasar de ti.

Como autores independientes y emprendedores, tener controlado todo el proceso de publicación de un libro puede ser muy complicado. Muchas veces, apuestas muy fuerte por tu novela, contratas una lectura editorial, una buena corrección y edición, una maquetación de primera y, cuando llega el momento de la portada, te has quedado sin pasta. ¿Solución? Tiras de imaginación y oficio y te maquetas algo con Photoshop de cualquier manera o directamente usas una portada prefabricada con Canva. No me malinterpretes, una portada hecha con Canva puede ser una pasada, el problema es que no siempre se tiene la habilidad o el gusto para hacerla correctamente.

Yo me hago muchas de mis portadas. Pero me he pasado muchas horas aprendiendo a manejar Photoshop, he hecho cursos de diseño gráfico y me paso las horas muertas buscando portadas de libros en Amazon e Instagram, para entender qué hacen los diseñadores de verdad, cuál es el estilo que está de moda y cómo funcionan las portadas en cada género. Muchas veces, cojo esas portadas y hago mis propias versiones para entrenarme —si os apetece, en mi perfil de IG he colgado algunas que podéis ver—. Pero sé que no soy diseñador, por tanto, cuando hago una de esas portadas, antes de calzarla al libro y subirla, pido feedback a diseñadores y lectores; si no les gusta, la cambio o contrato a un profesional para que la diseñe.

Hoy quiero explicarte qué opciones tienes disponibles para crear tus portadas y no cagarla, ¿te interesa el tema?

Hacerlo tú mismo

Como escritor emprendedor, tienes la posibilidad de remangarte y hacer tus portadas. Como te acabo de explicar, hacerlo bien —o no dar asco— requiere mucho tiempo. No se trata de ver un vídeo en YouTube sobre cómo hacer una portada y ponerte, los diseñadores gráficos pasan años estudiando para hacer lo que hacen. Tienes que aprender un poco sobre la teoría del color, sobre tipografía, sobre espacios… Mi consejo es que, te prepares antes de ponerte.

Por suerte, si eres miembro de MOLPE tendrás acceso a varios cursos sobre Photoshop, GIMP y Canva, con los que puedes aprender a manejarte con estas herramientas de diseño y crear las portadas de tus libros.

Insisto, si quieres hacerlo por esta vía, puedes, pero tómatelo en serio. Revisar y analiza las portadas de los libros más vendidos de tu género en Amazon, mira cómo son las portadas de los libros que publican las editoriales, fíjate en las tipografías: ¿combinan varios tipos de letras? ¿Hay un estilo o color particular que se repite? ¿Usan imágenes o ilustraciones? ¿Colores primarios o pastel? Aprende a pensar como un diseñador y seguro que no la cagarás.

Y no solo eso, tienes que saber cuáles son las medidas más utilizadas en los libros de tu género. Si vas a publicar en Amazon, también deberías fijarte en el acabado de la cubierta, ya que el acabado mate suele dar muchos problemas y se degrada rápidamente, mientras que el brillo aguanta un poco mejor —y esto lo sé por malas experiencias propias 🙂 —.

Pros

  • Es más económico que contratar a un profesional.
  • Puedes descubrir algo que te gusta y que no sabías —es lo que me pasó a mí, que descubrí que me encanta Photoshop y el diseño gráfico—.
  • Aprendes una nueva habilidad, que si la desarrollas y te formas, podría convertirse en una nueva fuente de ingresos.
  • Recibirás feedback de posibles lectores.
  • Hoy en día, dispones de muchísimas herramientas gratuitas que son casi tan buenas como Photoshop.

Contras

  • Requiere mucho tiempo, sobre todo si quieres hacerlo bien.
  • Puede que no recibas el feedback correcto y acabes publicando una portada fea.
  • A no ser que hayas practicado mucho, nunca quedará tan bien como la que te haga un profesional.

Que te lo hagan otros

En el apartado, «yo paso de hacerlo todo», encontrarás varias opciones. La primera de ellas es la de contratar a un diseñador, ilustrador o portadista. Si vas 100% en serio con tu novela y te lo puedes permitir, contratar a un diseñador es una inversión segura. Ellos trabajan a diario haciendo portadas e ilustraciones, saben muy bien cómo se mueve el mundillo y qué es lo que está de moda en cada momento. Diles lo que quieres y verás como tus mejores sueños húmedos se convierten en tu portada.

Si eres miembro del grupo de Facebook del Escritor Emprendedor, encontrarás una lista con profesionales de todo tipo y, entre todos, encontrarás buenos portadistas, diseñadores e ilustradores. Contacta con ellos, pídeles presupuesto y deja que hagan su magia. El trabajo de un diseñador siempre será mucho más profesional, ya que están acostumbrados a trabajar con las medidas de Amazon y de impresión más comunes, por lo que te aseguras de que el acabado será perfecto.

Pros

  • El resultado será mucho más profesional que si la haces tú mismo.
  • La portada resultará mucho más vistosa y atractiva.
  • La portada aparecerá en el portafolio del diseñador, lo que te da un poco de visibilidad —y tú le das visibilidad al diseñador entre otros escritores, por lo que es un «win win»—.

Contras

  • Es más caro.

La otra opción es la de contratar a «diseñadores» mediante servicios como Fiverr. Lo bueno de Fiverr es que puedes encontrar gente que haga portadas por 5 euros, eso sí, no esperes que sean portadas profesionales a la altura de las que te haría un diseñador que cobre 20 veces más.

Sin embargo, si tienes paciencia y buscas bien, puedes encontrar buenos diseñadores. Para ello, tienes que fijarte en que hayan realizado muchos encargos y que las reseñas de los trabajos sean positivas. De todas formas, muchos de estos «artistas» utilizan aplicaciones que crean portadas predeterminadas, de forma parecida a Canva, pero con elementos específicos para portadas de libros y de ebooks.

Pros

  • Casi siempre resulta más económico que un diseñador profesional.
  • Tienes acceso a sus trabajos anteriores y puedes ver qué tal trabaja.
  • Es rápido, ya que muchas veces disponen de un «servicio urgente» y puedes tener tu portada en 24 o 48 horas.

Contras

  • Encontrarás pocos profesionales que hablen español.
  • El trabajo nunca es tan bueno como el de un diseñador profesional, ya que suelen usar herramientas de «drag and drop».
  • Muchos de los «artistas» de Fiverr no son realmente diseñadores, sino personas que se dedican a ganar dinero por Internet.
  • Es poco fiable.
  • Casi nunca tendrás la opción de hacer cambios, por lo que si algo no es cómo querías, habrás pagado por una portada que no te gusta y que, seguramente, no utilizarás.

Como puedes ver, dispones de un montón de opciones para crear tus portadas y para contratar los servicios de un diseñador que se encargue de hacerla por ti. Si te decides por la vía del ronin, en MOLPE encontrarás cursos muy completos que te orientarán en el arte de hacer portadas y, si por el contrario, prefieres contratar a un diseñador, en el grupo de El Escritor Emprendedor encontrarás muchos y muy buenos diseñadores. Ahora te toca a ti decidir, ¿qué vas a hacer con tu portada?