Muchos de los pasajes favoritos de las primeras películas de Disney —Blancanieves y los siete enanitos, Peter Pan, Cenicienta, Alicia en el país de las Maravillas, La Bella Durmiente— salen de las mentes de un grupo mastemind de guionistas que colaboraba con Walt Disney y al que él llamaba “Los nueve ancianos”.
Los Inklings era un grupo de escritores y poetas a los que les gustaba la escritura del género fantástico, que se reunía después de cenar, en el Magdalen College de la Universidad de Oxford. De las discusiones de ese grupo saldrían obras tan famosas como “El señor de los Anillos” o “Crónicas de Narnia”.
Los grupos de trabajo para escritores no son algo nuevo, como puedes comprobar. Aunque ahora la terminología marketiniana te obligue a llamarlos “grupos mastermind”. Los escritores somos seres bastante ermitaños por excelencia, no nos gusta mostrar nuestro trabajo hasta que no esté terminado pero, después de un año en dos grupos mastermind, creo que puedo decir que merece la pena que nos abramos a los demás. He fortalecido mi amistad en muchos casos, progresado de manera medible hacia mis objetivos y solucionado problemas que me impedían avanzar y me frustraban.
¿Qué es un grupo mastermind para escritores?
Un grupo mastermind reúne a varios escritores en el mismo estadio aproximado de su carrera que luchan por un objetivo común: desde metas pequeñas como el número de palabras/día hasta la mejora de sus debilidades personales (como la tecnoplejia galopante, en mi caso).
Los beneficios de agruparse son muchos:
- Apoyo: en mi grupo mastermind de escritores (que llamamos “Masterminds del universo” o coloquialmente “la chupipandi”), cada uno tiene un punto fuerte en el que puede apoyar a los demás. Muchas veces que mi progreso se ha ralentizado en un objetivo concreto, los miembros del grupo son los únicos que han podido ayudarme a solucionarlo. Porque entienden lo que pasa puesto que se han visto en situaciones similares.
- Perspectivas distintas: muchas veces nos ofuscamos con un punto de vista. Escuchar las soluciones que los diferentes miembros del grupo dan a un problema te hace abrir la mente a otras formas de mirar las cosas.
- Recursos: en mi grupo mastermind, hay gente muy hábil en informática, en SEO, en edición, en maquetación, en podcasting, en edición de vídeo, en organización. Todo el grupo tiene de esta forma acceso a un conjunto de habilidades que no puedes reunir tú solo ni de broma. Intercambiar habilidades como pago en especias es una cosa no desdeñable para un escritor sin un euro en el bolsillo.
- Responsabilidad: cuando te marcas objetivos frente al grupo es más sencillo que los cumplas. El hecho de saber que tienes una reunión mensual programada, te ayuda a progresar porque no quieres ser el único que diga que no has avanzado nada ese mes.
¿Cómo comienzo un grupo mastermind para escritores?
Un grupo mastermind es tan fructífero como lo son sus miembros, así que antes de proponérselo a nadie piensa primero:
¿Qué pretendo con el grupo?
Por supuesto no se trata de agobiar a nadie. Pero debe haber un propósito en el grupo. Todos los miembros del mastermind deben estar enfocados en una meta común: en nuestro caso, vivir de la literatura. Algunos ya lo hacemos, otros están más lejos de conseguirlo, pero todos tenemos un tema unificador ahí presente.
Dime con quien andas y te diré quién eres
Un grupo mastermind es tan bueno como lo son sus miembros. Así que piensa muy bien a quién propones formar parte del grupo. Y a cuánta gente. Si el objetivo del grupo es perfeccionar tu escritura, es mejor que el grupo sea pequeño: 3-4 miembros. Yo tengo un pequeño grupo mastermind de escritura en el que nos corregimos unas a otras (solo somos tres escritoras) y en el que tenemos el compromiso de subir un capítulo de la novela que estemos escribiendo los viernes. De ahí el nombre del grupo “El sangriento club de los viernes por la noche” (porque nos hacemos sangre sin pudor).
Piensa en las fortalezas de cada uno
Aquí es donde la gran mayoría de los grupos mastermind salen mal. Hay dos cosas que tienen que estar siempre presentes: un compromiso con el grupo y una fortaleza comprobada. Cuando vayas a hacer un grupo mastermind, piensa en personas que fortalezcan al grupo. No es lógico que dentro de un mismo grupo haya un miembro con un blog visible y monetizado y alguien que está montando su blog desde cero. ¿A quién debo invitar a mi grupo mastermind? Dos palabras: beneficios mutuos. Cualquier persona que forme parte del grupo debería poder ofrecerte comentarios y consejos sólidos y poder recibir un beneficio de los tuyos. Además, lo ideal es que el grupo esté comprometido de forma similar. Si uno de los miembros no se implica en las actividades del grupo, se convierte en un lastre que hace que el grupo no funcione.
¿Cuántos y quiénes?
Lo ideal en un grupo que esté orientado a cuantificar progresos en tu carrera profesional es de 4-6 miembros. Nosotros somos 8 por esas cosas del destino y, a veces, es demasiada gente para que funcione. Es complicado que todos estén en la reunión, que todos tengan el mismo grado de implicación…
Así que si puedes diseñarlo desde el principio, 4 a 6 miembros. No más.
Esos 4 a 6 miembros tienen que tener diferentes personalidades. Personalmente, soy bastante organizada y un tanto cuadriculada, así que me viene bien tener gente que tenga un pensamiento a lo mejor más abstracto conmigo. Lo que sí deben ser todos es solucionadores de problemas, gente proactiva. Tu propósito con el grupo es obtener retroalimentación, solucionar los problemas y conseguir un apoyo para seguir adelante.
Vale, ya tengo miembros y ¿ahora?
Una vez has reunido al equipo de masters del Universo, es hora de llevarlos a buen puerto. Como grupo, lo ideal es enfocar desde el principio tres cosas: frecuencia de las reuniones, cuál es la estructura de esas reuniones y sitios donde colaborar online.
- Nosotros tenemos una reunión mensual (aunque últimamente nos hemos relajado). Tener una fecha fija es mucho mejor que intentar encontrar un hueco para reunirse. Así que te aconsejo que pingas un día fijo: el primer miércoles de cada mes, por ejemplo. Y que el evento se fije de reunión en reunión.
- ¿Por dónde vas a comunicarte? Como grupo usamos muy raramente el mail o el whattsapp. Tenemos un grupo de facebook para las cosas más serias, las dudas y las peticiones de socorro (en el grupo de Facebook se convocan las reuniones como eventos de facebook), un grupo de Twitter para el cachondeo diario (somos bastante tuiteros todos) y un fichero en Drive para los proyectos comunes, las actas de las reuniones y documentos varios.
- Estructura de la reunión: lo bueno de tener a un ingeniero en tu grupo de mastermind es que hay alguien con mente analítica que ordena rigurosamente los temas por tiempos y el orden en el que cada uno se va a colocar en el “asiento caliente” para contar sus objetivos.
El grupo se reúne regularmente con un horario programado de apertura y de cierre. Nosotros lo hacemos a través de hang out, pero también podrías hacerlo a través de skype. Cada uno vive en un sitio diferente y es una manera de vernos las caras. Normalmente las reuniones duran unas dos horas porque somos muchos. Le damos a cada miembro el mismo tiempo para hablar (establecemos un moderador) y cumplimos una agenda previa. Los temas a tratar se ponen en la convocatoria de la reunión.
En un grupo grande como el nuestro necesitamos que alguien haga de facilitador del proceso. Pero en un grupo pequeño, como el grupo de escritura, no es necesario. Hablamos de una en una y ya está.
Es interesante (sobre todo si falta alguno de los miembros) que la reunión se grabe y se recojan en un acta las principales conclusiones y objetivos para el mes siguiente.
La primera reunión
Al principio todo el mundo está un poco cortado. Así que puedes plantear la primera reunión sentando las bases de cómo puede ser la estructura de las reuniones preguntando a cada miembro tres preguntas básicas:
- ¿En qué estás trabajando ahora?
- ¿Qué piensas que se te da bien? ¿Con qué podrías ayudar al grupo? (Aunque aquí hay que lidiar con síndromes del impostor y a veces las habilidades se ven después).
- ¿Con qué necesitas tú ayuda? Una pregunta tan específica como esa hace que la gente se centre en pensar en sus debilidades.
Sí que es verdad que nos hemos relajado. Ya sé que yo soy el más complicado para los horarios U_U, también creo que soy el del pensamiento abstracto, que ha sido una forma muy política de decir que soy un total y completo desastre XD.
Estos grupos ayudan muchísimo a sacar adelante proyectos literarios, yo mismo terminé 2 grandes proyectos literarios este verano gracias al grupo, si no hubiese sido porque me comprometí a terminarlos… Seguramente se habrían quedado a medias.
Otra cosa es que cada uno de los miembros del grupo tiene habilidades particulares, algo que va muy bien para ver puntos que a nosotros se nos pasan. Yo personalmente no aprovecho el potencial del grupo, sobre todo en el tema literatura, ya que cuando escribo pocas veces suelo hablar/preguntar/mostrar mi trabajo… Pero todo es ponerse.
En fin, a ver si a raíz de esto se forman más grupos y nosotros retomamos el nuestro!
Me encanta esta manera de trabajar. Para los que venimos del mundo empresarial, aunque yo estuviera harta de reuniones, de echan de menos porque ayudan a avanzar. Me parece muy buena idea. Espero poder formar parte de alguno. Gracias por las ideas
Maravillosos artículo!
Admiro el compromiso con que encaran el grupo, es muy profesional!
Intentaré armar un grupo el año entrante, espero que funcione aunque no sé si encontraré gente tan comprometida.
Un abrazo desde Buenos Aires, Argentina
Seguro que sí 😀
¡Vaya pedazo de artículo, Ana!
Me parece un formato interesantísimo y una idea a estudiar a fondo.
Acabas de prenderle la mecha a la polvora de mi cerebro, ¡gracias!
Me alegro mucho 😀
Muy curioso, es una idea que ni se me había pasado por la cabeza.
Por ahora solo me había dedicado de vez en cuando a preguntaros dudas en privado a aquellos y aquellas con quienes tengo más confianza, pero intento hacerlo solo en casos in extremis para no abusar.
La de cosas que inventáis.
Si encuentro algún día a la gente adecuada que quiera “arrejuntarse” lo mismo se lo planteo, aunque la verdad es que la socialización escritoril es uno de mis puntos flacos.
Buen artículo.
Un abrazo.
He cambiado de opinión. Yo de mayor ya no quiero ser tú. Quiero ser amigo tuyo, que mola mucho más ?
Eso es mucho más fácil 😀
Me parece una idea genial. Yo tengo un grupo de amigos en el que nos juntamos para escribir, pero hace tiempo que dejó de ser algo como lo que propones aquí. Me has dado las pistas para reformar el grupo, si los compañeros quieren y si no… bueno, pues si no tendré que buscar algo nuevo. Me parece que puede funcionar como un gran impulso y apoyo para los que forman parte de él. Muy buen artículo. Un abrazo.
Alguien podría ayudarme a encontrar a gente que esté empezando? El artículo es genial, no obstante, dónde podemos encontrar gente Para formar grupo? No hay tanto Nuevo escritor Por mis relaciones sociales.
Lo normal es conseguirlo en redes sociales, entre gente que esté más o menos a tu mismo nivel de aprendizaje.