Dormir por las noches no tiene precio.
Desde que uso MailerLite, la calidad de mi vida ha mejorado.
Y tú, ¿qué tal duermes por las noches?
Te puede parecer una frivolidad, muy simplista, pero te lo puedo asegurar: hace unos meses, generalmente los miércoles por la noche, me hacía esta pregunta:
«¿Mañana funcionará?».
Con ello me refería a una landing o una campaña que se lanzaba el día después.
Puede que pienses que es una exageración, pero es cierto.
Ahora te lo explico.
Me llamo Riccardo Braccaioli y soy escritor desde la pandemia. Cuando aterricé en este mundillo, me gasté una pasta en hacer una página web con carrito, imprimir libros, logística… también contraté a un informático para que me hiciera una landing page en MailChimp con captación de emails para mi base de datos, y unas cuantas automatizaciones más.
Pero… ¿qué sucedía?
Cada vez que necesitaba algo, tenía que sacar la tarjeta. Cambiar una campaña, una audiencia, un grupo, en fin: para cada pequeña modificación tenía que pagar extra.
Hasta que llegó un punto que me negué, y en ese momento empezaron los problemas de verdad. Dejé de tirar del informático y tuve que tratar directamente con MailChimp.
… a puñetazo limpio.
Tal cual.
Hice tutoriales, busqué expertos, pero resultó ser más difícil de lo que pensaba y, muchas veces, las sincronizaciones no funcionaban. O peor aún, a veces sí, y a veces no.
De locos.
Pero ya sabes, en todo negocio lo que más vale es la base de datos, los clientes… en mi caso, los lectores.
Comencé con una estrategia de regalar la primera entrega de mi saga del Detective Malatesta, una serie de novelas negras publicadas en Amazon. Con ello hacía entrar lectores desde el principio e intentaba que leyesen todas las novelas.
Inicié la labor de recoger de una forma activa los emails, tanto desde mi web como a través de publicidad en Facebook.
Y la cosa se puso interesante.
Verás, la automatización tiene que ser un reloj suizo, tiene que funcionar siempre.
No ser una escopeta de feria.
Otra cosa es la optimización del tiempo. Lo justo, ni más ni menos. Todo un reto con MailChimp.
Cuando conseguí apuntalar la automatización y que, de una forma casi aceptable, funcionara, empezaron a entrar los correos electrónicos y el importe fue subiendo, hasta que en un mes el cargo en la tarjeta fue de casi 100 $ por almacenar menos de dos mil contactos. En ese momento en mi cabeza algo hizo clic.
Tuve que esperar a que el nivel de desesperación rebasara al del miedo para cambiar de plataforma.
MailerLite versus Mailchimp
Me decidí y busqué, hasta encontrar MailerLite.
En mi caso, no encontré un curso sintetizado o una guía clara para arrancar; un welcome tour. Pero preguntando e investigando por aquí y por allá, conseguí hacerlo.
El cambio fue a la practicidad. Ahora, para enviar un correo, es decir, hacer una campaña, tardo cinco minutos. Las plantillas, las herramientas fáciles y la selección de grupos ha sido un cambio radical, brutal.
Envío un correo todos los jueves. El estrés se acabó y por las noches puedo dormir.
Cuando empecé a usarlo, pensé que eso era un paraíso, fácil, rápido y, sobre todo, funcionaba a la primera.
Como ves, soy bastante fan de esta plataforma, porque ahora puedo hacer una campaña temporal: es tan sencillo como copiar y adaptar.
Los anuncios en Facebook son muy fáciles de medir y comparar si haces diferentes captaciones de leads. Segmentando la entrada de flujo de lectores en base a los canales, puedes analizar diferentes anuncios en Facebook o en TikTok ads.
Ahora que uso MailerLite puedo hacer lo mismo usando campañas temporales.
Este cambio, para el cual tardé más en mentalizarme que en llevarlo a cabo, me permite dormir mucho mejor.
Y tú, ¿cuánto esperarás a cambiarte a MailerLite?
¿Esperarás a que tu nivel de preocupación o desesperación supere al del miedo?
No. No lo hagas, es más: como yo no encontré tutoriales decentes, ahora tienes en MOLPE, en la plataforma de cursos, un curso rápido y al grano que te permitirá en pocos videos implantar inmediatamente una estrategia de marketing. Y sobre todo, con una cuenta gratis hasta los 1.000 contactos.
Al final, yo he optado por ser libre. La libertad en el marketing online es la clave. La dependencia de profesionales es una pérdida de dinero, de tiempo y, lo peor, de oportunidad. Mi consejo es que no dependas de nadie que no seas tú mismo.
Ser libre de poder ser el dueño de tu negocio, de tu pasión.
El conocimiento es poder.
Suerte con tus cambios, y te dejo con la misma pregunta del principio:
Y tú, ¿qué tal duermes por las noches?
