Cuando un escritor termina su novela, se siente muy solo y muy perdido. Después de muchas horas trabajando en el libro y, tras la inmensa satisfacción que da el terminarlo al fin, no sabe cómo llegar a los lectores. Empieza a bucear en blogs, pregunta a conocidos y se lleva las manos a la cabeza porque no sabe qué hacer con su libro ahora. Existen cuatro opciones para salir al mercado: autopublicación, autoedición, edición tradicional y coedición. Vamos a analizar las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.

Autopublicación y autoedición no son lo mismo

O como dice Mariana Eguaras, autoeditar no existe.

Desgraciadamente, sí que existe la autoedición. Digo desgraciadamente porque un escritor no puede realizar la labor de un editor. No puedes analizar si hay defectos de trama o de personajes que tú mismo has cometido, así como defectos de estilo u ortotipográficos. No sabes si has incurrido en clichés, si has conseguido que los giros sorprendan al lector, si alguna escena te ha quedado floja… Necesitas uno o varios ojos externos.

Cuando te autoeditas y lo haces tú todo en plan Juan Palomo, el resultado no es bueno. Raro es el libro autoeditado que no tiene fallos de estilo, de estructura y de construcción. Sin contar con maquetaciones penosas y portadas de esas de llorar de pena. Si quieres ser escritor profesional, ofrece al lector el mejor producto posible. Invierte en ti y en tu futuro.

¿No tienes dinero para hacerlo? Haz un crowdfunding. Construye una audiencia. No tengas prisa por salir al mercado hasta que no esté lo más perfecto posible.

Autopublicar 

Puede que tu pareja sea ilustrador. O tengas conocimientos de maquetación. Hacer tú una parte del proceso no es descabellado en la autopublicación, pero tienes que saber hacerlo. Eso sí, la única parte que no puedes hacer tú seguro es la corrección de estilo de tu novela y lo que se llama el editing.

¿Qué es el editing?

Cuando un corrector hace un editing de un manuscrito (¿Te has preguntado alguna vez por qué se siguen llamando manuscritos cuando ya no son escritos a mano?), lo que hace tiene varios pasos:

  • Preedición del texto: tipo y cuerpo de letra, sangrías, interlineado, rayas y comillas, cursivas y unificaciones de léxico.
  • Corrección ortotipográfica normativa (sintáctica y semántica)
  • Corrección de estilo (reiteraciones, registros no adecuados, coletillas…)
  • Una revisión de todos las incongruencias de la trama, inconsistencias temporales, construcción de personajes, giros y estructura.

Una vez hecho esto, el escritor revisa los cambios y el corrector/editor tiene que re-revisarlo de nuevo.

Mi experiencia es que ese proceso es mucho más exhaustivo cuando lo haces para autopublicar un libro que cuando publicas con editorial. Las editoriales tienen muchos libros en cola y cada vez menos personal y, en ocasiones, las prisas hacen que los editing sean acelerados. Y que den poco tiempo al escritor para que los revise.

Autopublicarte te da la opción de manejar todo el proceso y elegir con quién trabajar. El proceso de pasar por los lectores cero, después por el corrector, elegir tú la portada que quieres o al portadista, elegir tú quién te maquete y cómo… el libro es un producto elaborado con mimo. Y si has hecho las cosas bien a nivel de marketing, cobras todos los meses.

Como desventaja, es muchísimo más trabajo. No por la parte de marketing (que eso lo vas a tener que hacer igual elijas la opción que elijas), sino por la gestión de todo el proceso y por la cantidad de cosas que debes aprender a manejar la primera vez.

Puede que si estás en esta tesitura, te interese esta guía para autopublicar un libro. 

Coedición

Precisamente la cantidad de trabajo que supone y el no dominar las herramientas es lo que lleva a muchos escritores a elegir la opción de la coedición.

¿Qué es la coedición? 

La coedición es un proceso por el que la empresa que ofrece servicios editoriales lleva a cabo todo el proceso de corrección, maquetación y portada del manuscrito y el escritor paga por ese proceso. Hay de todo en este apartado y tienes que tener cuidado de que no te timen.

Te recomiendo que vuelvas al blog de Mariana Eguaras para leer dos artículos fundamentales en este sentido:

¿Por qué te digo que tienes que tener cuidado? Porque muchas de estas editoriales no son tales. Son servicios editoriales. Es decir, que se van a encargar previo pago de hacer todo el trabajo de corrección, maquetación y portada, pero luego no tienen distribución en librerías más allá del print on demand, con lo cual tendrás que ver si te compensa.

Desde mi punto de vista, la coedición es la última opción para un escritor (si tenemos en cuenta que autoeditar no existe). Le veo pocas o nulas ventajas frente a la autopublicación.

Edición tradicional

Es la de toda la vida. Presentas un libro a una editorial y ellos son los que hacen la inversión en tu manuscrito y el trabajo de editarlo, maquetarlo y ponerle una portada.

Ventajas de la edición tradicional

  • Visibilidad en librerías
  • No te cuesta un duro. Puede que incluso ganes algo de pasta si sale bien.
  • Aprendes mucho como escritor en el proceso si te toca un buen editor.

Desventajas de la edición tradicional

  • Pierdes el control del proceso. Te pueden poner una portada que te horripila.
  • Vas a tener que hacer el marketing online de todas formas.
  • Si no se vende bien, tu visibilidad en librerías durará menos de un mes.
  • Cobras cada seis meses y mucho menos que en la autopublicación (generalmente solo el 10% de las ventas).

Otra opción: el autor híbrido.

Como última opción, te presento lo que creo que es el modelo del futuro: el autor híbrido. Es decir, aquel que autopublica algunos títulos y publica otros con editorial porque piensa que así dará más visibilidad a esos títulos.

Cuando empiezas de primeras y no tienes audiencia, la opción más sencilla es autopublicarse. Es la manera de ir construyendo una audiencia de lectores si tu objetivo es publicar de forma tradicional. Eso sí, te lo aviso, puede que después de publicar con una editorial tradicional quieras volver desesperadamente a autopublicarte.