Escribir es una tarea muy difícil, sólo quien se haya puesto a ella lo sabe. Los obstáculos que hay que salvar para llevar la novela adelante son incontables y de magnitudes diversas, y como todo esfuerzo requiere una energía, la nuestra se va agotando a medida que nos afanamos en superar las dificultades. Esa lucha nos consume y vamos perdiendo fuelle, hasta el punto incluso de abandonar. ¡No es una opción!, y por eso en el post de hoy vamos a hablar sobre cómo encontrar la motivación para escribir aunque hayas tenido un día caótico.
Pero lo primero es ahondar un poco en las razones por las que perdemos el acicate inicial que nos lleva a ponernos con la tarea. Entenderlas nos ayudará a atajarlas.
Por qué nos desmotivamos
Las razones que nos llevan a perder la motivación para escribir son muchísimas, pero voy a destacar dos de las más importantes:
Porque no sabemos dónde nos metemos
Lo decíamos en la entradilla al post: si estás empezando en esto de la escritura, puede que no sepas dónde te has metido.
A todos nos ha pasado: una historia aparece en nuestra mente como por ensalmo y sentimos la necesidad de ponerla por escrito, así que nos decidimos a realizar el sueño de escribir una novela. Como todos sabemos escribir la lista de la compra, no nos damos cuenta de la magnitud del proyecto en el que nos estamos internando, pero escribir es mucho más que saber poner por escrito un texto, ya lo contábamos en Qué estudiar para ser escritor, así que, cuando llegan las primeras dificultades, comenzamos a sentirnos sobrepasados y empiezan a aparecer las excusas para posponer la escritura.
He aquí una razón.
Porque nuestro hábitat no nos apoya
Para ser escritor hay que estar un poco tocado del ala, la verdad, y eso es algo que no todo el mundo entiende. ¿Cuántas veces tu familia y amigos han censurado tu sueño de convertirte en escritor? Infinitas, y esto es un problema porque llevar a cabo un proyecto rodeado de constantes críticas o, incluso peor, de una falta de fe absoluta en tus posibilidades, poco a poco asfixia el estímulo que puedas sentir por escribir esa novela que bulle en tu mente.
He aquí otra razón.
No son las únicas, ya lo hemos dicho, pero sí creo que quizá las más importantes.
Vale, ya las tenemos diagnosticadas. ¿Y, ahora, qué?
Ahora toca ver cómo podemos mantener viva esa motivación para escribir a lo largo de todo el proceso (¡y tiempo!) que nos va a llevar dar vida a nuestra novela.
El éxito es fruto de la motivación
Si me has leído en otras ocasiones, sabes que soy una gran defensora de la constancia y el trabajo duro. Estoy convencida de que son elementos básicos para alcanzar las metas que nos proponemos, sean cuales sean.
Sin embargo, sólo podremos ser constantes y realizar las tareas que nos llevarán a la consecución de nuestros objetivos si nutrimos con asiduidad el aliciente inicial que nos impulsa. Si, por el contrario, dejamos de alimentarlo, tanto la perseverancia como nuestras ganas de escribir se irán agostando al mismo tiempo.
Así que vamos a ver algunas claves que nos ayudarán a mantener viva nuestra motivación para escribir.
Cómo mantener viva la motivación para escribir
Sé comprensivo, pero no indulgente
No somos máquinas, así que vendrán días en los que tropezaremos: estamos enfermos, hemos tenido un día horrible, se ha presentado un imprevisto realmente urgente… No pasa nada. Es natural y hay que asumir el hecho de que se darán ocasiones en que no podamos cumplir con nuestros objetivos de escritura. En estos casos, lo mejor es ser comprensivo con uno mismo. No hay nada positivo en maldecirse y tratarse mal. Date un respiro y prométete que mañana retomarás la tarea.
Eso sí, las razones deben ser realmente importantes. Y aquí es donde entra lo de no ser indulgente. Si el motivo para no cumplir es la pereza o la procrastinación, la comprensión no vale.
Prepárate psicológica y anímicamente
Tu mente te va a jugar malas pasadas, te va a poner la zancadilla y va a hacer todo lo posible por boicotearte, así que prepárate para ello con antelación. Piensa en estrategias para detener el discurso interno negativo cuando este empiece a socavar tu motivación para escribir.
Una buena forma de hacerlo es preparar con antelación una lista de razones por las que te decidiste a adentrarte en esta aventura. Repasarla en los momentos de bajón te ayudará a superarlos.
Busca un aliado
Mantener relaciones cercanas con otros escritores conseguirá que la llama de la motivación para escribir se mantenga viva. Ellos ven el mundo (al menos esta parte del mundo) de forma muy parecida a ti y también han pasado (pasan y pasarán) por este tipo de bajones. De modo que su apoyo, consejo y ayuda resultan muy estimulante en los momentos en los que uno se viene abajo.
No te empeñes en ser perfecto
Hablábamos de ello en Cómo escribir una novela y atreverte a publicarla. A veces, el perfeccionismo nos paraliza, nos conduce a la procrastinación y, con ella, a la pérdida de nuestra motivación para escribir.
No dejes que lo haga. Aunque sientas que el texto no está saliendo como a ti te gustaría, abre el ordenador y ponte a escribir. Piensa que estás trabajando el primer borrador y que habrá tiempo para mejorarlo después. Sigue escribiendo, salga lo que salga, y, mientras tanto, repítete como un mantra que sólo es el primer borrador.
Descansa y cuídate
Tu creatividad lo necesita y tu cerebro, también. ¿Recuerdas lo que decíamos antes? No somos máquinas.
Si estás agotado, tal vez hoy es uno de esos días en los que debas aplicar el primer consejo que dábamos: sé comprensivo contigo mismo (pero recuerda también no ser indulgente: que esto no se convierta en una excusa habitual para no escribir).
Haz ejercicio, duerme lo necesario y sigue una alimentación sana. Nuestro cuerpo necesita estar en buena forma para responder a los retos diarios que le exigimos. Escribir (si es que quieres dedicarte a esto) es uno de ellos y debes prepararlo para que dé lo mejor de sí.
Conclusión
Escribir es una tarea muy dura, solitaria y a veces incluso debilitante, sobre todo en lo que al ánimo se refiere. Cuando esto sucede, es cuando comenzamos a perder la motivación para escribir. Con los consejos anteriores, puedes anticiparte a esa pérdida y lograr que su efecto sea menor. Prepárate física y psicológicamente para ella, siendo consciente de que los malos momentos llegarán, pero también de que cuentas con un arsenal adecuado para combatirlos.
¡Ánimo y a por ello!
Fotografía de portada Kristopher Roller, en Unsplash.
¡Genial! Muy bueno y muy resumido, pero va al grano. ¡Buena píldora para momentos de “migrañas de bajón”, jeje! ¡Gracias!
Hay varias cosas de las que escribiste que me pasaron y de vez en cuando me sucede. Gracias por el post