Cómo organizar tu blog

Llevar adelante un blog de escritor es mucho trabajo. Muuuucho trabajo si quieres hacer las cosas bien y a veces ese trabajo te sobrepasa, porque también tienes que escribir tus libros y hacer vida de persona normal, es decir, cocinar, limpiar el polvo, lavar la ropa y sobrevivir después de que los cocacolos se hayan ido a la cama, si es que tienes cocacolos. En mi caso, yo caigo antes. Es lo que tiene ser madre de adolescentes, que no hay dios que los acueste por la noche, ni demonio que los despierte por la mañana. Pero a lo que íbamos que me voy por las ramas: organizar tu blog. ¿Cómo hacerlo para además vivir?

Organiza tu blog y crea hábito

Sí, sé que soy una plasta y que me repito más que el ajo con lo de que la clave está en la organización, pero es así. A una persona organizada, el día le rinde mil veces más. Por eso, te propongo que asignes a tu blog un horario fijo a la semana. Crea hábito. Nuestro cerebro es un yonki de la rutina. Si integras la escritura del post en tu rutina, verás que cada vez te cuesta menos hacerlo y, en un mes, el cerebro se acostumbra. Mi semana se organiza por bloques de tiempo y uno de esos bloques es escribir los posts de los blogs. El cuerpo sabe que a esa hora toca post y la mente se prepara sabiamente para ello.

Para organizarte, te propongo que crees varias categorías temáticas en tu blog y que cada semana escribas de una de ellas.

¿Qué ritmo llevar?

Es importante que la frecuencia de las publicaciones de tu blog se adapte a tu vida y a lo que puedes asumir, sobre todo al principio cuando todo lo que tienes que hacer se te hace cuesta arriba porque no lo has integrado en tu rutina diaria. No importa cuál sea la frecuencia que te marques, una a la semana o una al mes, pero cumple con esa frecuencia a rajatabla. Si ves que viene una época tormentosa, programa varios posts antes de que no puedas publicar.

Haz un calendario editorial

¿Te acuerdas de que te he dicho crearas categorías temática? Pues antes de que empiece cada mes, piensa de qué vas a hablar en cada categoría: la idea. Si tienes cuatro categorías, podrás escribir de una de ellas por semana del mes. El calendario editorial es la mejor forma de organizarte y además, cuando sabes de qué vas a escribir, vas pillando enlaces que pueden enriquecer esa información al vuelo.

Ten un cajón de ideas

Yo tengo varios: en el lector de feeds, en Evernote, en mi corcho (sí, soy tan analógica que tengo una hoja de papel pinchada en el corcho llamada «ideas para posts»), en Pocket, en Pinterest. Toda foto, todo artículo que me sugiera un post lo apunto ahí. Y así, cuando estoy en blanco, rebusco en esos sitios de inspiración. No hay nada peor que esos posts que empiezan: «Llevo mucho tiempo sin escribir en el blog, porque no se me ocurría qué decir». No queremos tanta sinceridad. De verdad.

No te desanimes

Muchos blogs se abandonan al año. El 95% de hecho. Porque cuando empezamos un blog no tenemos objetivos marcados sino que pensamos que con escribir ya está todo hecho, que nos llegarán visitas como agua en noviembre y que esas visitas querrán instantáneamente comprar nuestros libros. La base de todo es tener paciencia y analizar mes a mes la tendencia en Google Analytics.

Si la tendencia en Analytics es creciente, nos llega tráfico de Google y de las redes, estamos haciendo las cosas bien. Si no, hay que sentarse a analizar qué es lo que falla y reorientar las cosas para que funcione. Pero no tirar la toalla.

¿Seguro que necesitas un blog?

Hay personas que no lo necesitan. Puede que si eres un autor muy prolífico e híbrido y te manejas bien en redes, no te haga falta un blog sino que con una página estática vayas que chutas. Por supuesto, la mejor forma de llegar a gente desconocida es un blog y que Google haga su trabajo, también es la mejor manera de crearte una marca personal y de llegar a tus lectores. Un blog es la mejor herramienta que puedes usar para ser visible. Pero oye, no todo el mundo es igual. Ya te lo dijo Víctor Selles en este post. tan bien razonado.  Antes de embarcarte en un blog, piensa si estás dispuesto a asumir un compromiso de escritura a largo tiempo. Y sobre todo un compromiso con tus lectores a largo plazo. Porque los beneficios de un blog no se obtienen en un día.