¿Reconoces a tu síndrome del impostor?
Te sientas delante de tu ordenador. Tienes un café caliente entre las manos. Le has estado dando vueltas a esa historia durante todo el día y por fin es el momento de convertirla en palabras.
Pero se te atasca entre los dedos. Parece que están torpes y que son incapaces de hilar dos frases que tengan sentido.
Te planteas si te merece la pena esta vida que has elegido. Esa en la que tú madrugas y trasnochas más de la cuenta mientras tus conocidos están viendo la televisión, tomando una cerveza en un bar o vete tú a saber qué.
Piensas en que jamás serás un escritor de verdad. ¡Si eres incapaz de escribir nada decente! Todo lo que tienes a tu espalda son solo golpes de suerte.
Cuando padeces un ataque de síndrome del impostor circulan por tu mente muchos pensamientos. Y todos ellos son negativos, por supuesto. Te da hasta vergüenza admitir que eres escritor.
Si quieres conocer qué es en realidad y cómo te puedes enfrentar a él como escritor, te animo a que sigas leyendo para descubrirlo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
La Wikipedia lo explica así:
Un fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente de ser descubierto como un fraude. No es una enfermedad mental oficialmente reconocida, y no se encuentra entre las condiciones descritas en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, pero ha sido el sujeto de numerosos libros y artículos por psicólogos y educadores. El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978.
Crees que todo lo que has conseguido es inmerecido y que solo se debe a la suerte y que pronto todo el mundo lo descubrirá.
Si estás en este artículo es porque en algún momento has sufrido esta sensación y estás dispuesto a derrotarla.
¿Estás preparado para dejarlo KO?
Por qué tantos escritores padecen el síndrome del impostor
Se trata de un mal que solo se desarrolla en aquellas personas que quieren más de lo que es normal en la sociedad.
El mundo en el que vives solo te pide que encuentres tu trabajo de 9 a 18 y que con ese puesto puedas pagar una casa, un coche y unas vacaciones de verano cada año.
Pero tú quieres ganarte la vida escribiendo. ¡Qué locura!
Lo que significa que, más allá de ese trabajo, también te exiges reservar tiempo para contar historias que ojalá hagan soñar a otras personas.
Llegará un momento de tu vida en el que compaginarás la vida personal, profesional y como escritor. ¿La social? Bueno, te quedarán por ahí pequeños ratitos…
Es decir, que mientras el resto al acabar la jornada se va a descansar, tú solo tienes en mente la idea de contar tu siguiente historia, de preparar el lanzamiento de tu próximo libro, de hacer networking en redes o de corregir el último borrador.
Con su miedo a exponerte, fracasar y a que digan que tus libros no merecen la pena.
Y justo ahí aflora el síndrome del impostor.
Los efectos más habituales del síndrome del impostor
A pesar de que el síndrome del impostor afecta a cada escritor de manera diferente, se repiten una serie de patrones contra los que puedes luchar.
- Piensas que eres un fraude.
- Te comparas con el resto todo el tiempo.
- Crees que tu éxito se debe en gran parte a la suerte.
- Te falta reconocimiento personal en tu trabajo.
- Eres demasiado autoexigente.
Puedes experimentarlos todos, solo algunos… cada persona es un mundo. Pero sea cual sea su intensidad, ha llegado la hora de derrotarlo.
Piensas que eres un fraude
¿Te has mirado en el espejo y has pensado que solo eres un fraude?
Esa voz que escuchas en tu mente no es la tuya. Es otra. La de algún titiritero diabólico que disfruta haciéndote dudar.
Después de todo, si ya has terminado algún libro o, incluso, lo has llegado a publicar, ¿por qué te convences de que solo ha sido una cuestión de suerte?
Y si estás empezando a escribir, tienes todo un camino por delante para disfrutar contando historias.
En la actualidad todo avanza tan rápido, que en cuanto consigues algo te sabe a poco. Lo minusvaloras. Rápidamente estás pensando en el siguiente objetivo. Y luego en el próximo…
Si no saboreas tus éxitos es imposible que comprendas todo lo que implican y significan para ti. A veces es bueno darse una pequeña pausa.
Lo que está claro es que jamás ha sido tan factible como hoy ganarse la vida como escritor. Pero para ello tienes que vencer a tus miedos.
Te comparas con el resto todo el tiempo
Supongo que desde siempre las personas se han comparado con quienes tenían cerca.
Pero, ¿sabes cuál es el problema de ahora con las redes sociales? Que te puedes comparar con todo el mundo, a todas horas y en los aspectos más absurdos.
Y como en el mundo de la escritura la exposición es tan grande, es fácil encontrar a muchos autores a los que les va mejor que a ti.
Pero lo curioso es que siempre miras a las que están por encima. ¿Y todas aquellas que están pasos por detrás?
Haz la prueba. Cuando mires a esos que ya han triunfado y te generen tu síndrome del impostor, frena y mira a todos los que van detrás de ti.
Crees que tu éxito solo se debe a la suerte
La verdad, puede que sea así.
Te guste o no, nada ni nadie es inmune al azar.
Es más probable que publiques un manuscrito si lo envías a la editorial adecuada en el momento adecuado en el que están buscando justo algo así para su catálogo. Eso es obvio.
Hay una frase de Picasso que me recuerda mucho a este pensamiento: si me llega la inspiración, que me pille trabajando.
Tu objetivo como escritor es maximizar las oportunidades que te surjan. Y seguir currando para potenciar que esas oportunidades te encuentren preparado.
Necesitas reconocerte en tu propio trabajo
Dime la verdad.
¿Cuántas veces te has sentado delante de tus textos y has pensado que no valen ni para verlos arder en una noche fría de invierno?
Pero, ¿sabes qué? Tienes el derecho a sentirte orgulloso de lo que has escrito y a ser crítico para ver cómo puedes mejorarlo. Todos los escritores lo tienen.
Para ello te propongo un ejercicio muy sencillo, que puedes dividir en dos partes.
- Por un lado, anota en un papel todas las tareas que has cumplido hoy (si estás leyendo este artículo por la mañana, no me seas tramposo y apúntame las de ayer).
- Por otro, todos los logros que has conseguido dentro del mundo literario.
Es mucho, ¿eh?
Es muy fácil perder la perspectiva. Lo complicado es darte cuenta de todo lo que estás aportando.
Eres demasiado exigente contigo mismo
Este es uno de los principales causantes de tu síndrome del impostor.
De todos los críticos que hay en el mundo, tú eres el que te miras con más ganas de derrotarte. Sí. Somos así.
Y, oye, que esto por un lado está bien porque te permite dar mucho más cada vez que te sientas a escribir. Un punto positivo que también viene bien.
Sin embargo, también tiene la desventaja de que si desconoces cómo gestionarlo puede acabar hundiéndote.
Deberías de ser la persona que más confía en ti y en tu trabajo, sin que esto impida que continúes siendo una persona humilde y con ganas de mejorar.
Y si lo piensas así, el síndrome del impostor puede llegar a ser hasta un gran amigo.
Cómo te afecta el síndrome del impostor
Ahora que ya conoces cuáles son los síntomas del síndrome del impostor, el siguiente paso es que descubras cuáles son los efectos sobre tu carrera como escritor.
El síndrome del impostor es mucho más que sentirte mal un rato y ya está. Se trata de un problema que está limitando tu carrera profesional.
Y si de verdad quieres vivir de escribir, jamás deberías dejar que nadie, ni mucho menos este síndrome, se interponga en tu camino.
Sobre todo porque para ti escribir siempre ha sido lo más divertido del mundo. Y además es tu trabajo.
Cuando descubras sus efectos entenderás que puedes ponerles nombre y, de esta manera, vencerlo.
- Genera conductas limitantes.
- Acaba con tu experimentación.
- Lleva a abandonar la escritura y a frustraciones enormes.
En cada caso puede aparecer una consecuencia o todas ellas. Lo importantes es que sea cual sea la que te ocurre a ti es que sepas que puedes vencerla.
Genera conductas limitantes
De todos los posibles efectos que el síndrome del impostor puede tener en ti, este es uno de los más peligrosos.
Si tu forma de pensar te paraliza y te deja KO, tienes un problema.
Vale. Has convertido la escritura en tu trabajo. Pero, ¿y qué? ¿No puede seguir siendo divertida?
Tienes que seguir disfrutando de cada día delante de las teclas. ¡Como hacías antes! No dejar que la presión se convierta en tu principal enemiga. Tienes la suerte de dedicarte a esto. ¡Aprovecha!
Acaba con tu experimentación
¿Cuáles son las historias que más recuerdas de todos los libros que has leído?
Las de autores que se atrevieron a experimentar y a probar con propuestas diferentes. Esos libros que te dan la sensación de ser algo que no has leído jamás.
Las obras maestras se consiguen fuera de tu zona de confort. Cuando no estás a gusto con lo que estás tratando de lograr y vas más allá de lo que ya conoces.
En el momento en el que dejas de experimentar te quedas sin evolucionar.
Ninguna obra que merezca la pena se ha escrito desde un punto de vista de seguridad.
Miles de carreras se han quedado por el camino
¿Sabías que existen casos en los que el síndrome del impostor ha sido tan fuerte que el autor ha preferido abandonar la escritura?
Como lo lees.
Hay ocasiones en las que este ataca con tanta fuerza al escritor que llega un momento en el que la única salida que encuentra es abandonar la escritura.
Lo necesita para poder seguir viviendo tranquilo.
Estoy convencido de que siempre te has imaginado tu futuro rodeado de libros y escribiendo sin parar.
Cómo luchar contra el síndrome del impostor
Si has leído hasta aquí el artículo, ya eres casi en un experto en el síndrome del impostor.
Espero que estés preparado para seguir aprendiendo, porque todavía tengo una serie de consejos para que te enfrentes a él:
- Lista de fortalezas y logros
- Date permiso para disfrutar.
- Gestiona tus expectativas
¿Vamos allá?
Redacta una lista de fortalezas y de logros
Tu principal enemigo como escritor siempre serás tú.
Y lo vas a ser ahora, en el futuro y lo fuiste en el pasado.
Si has llegado hasta aquí es que siempre le has vencido. Aunque te parezca que te arrastra, cada vez que ha aparecido tu síndrome del impostor has seguido para adelante.
Por ello es importante que a estas alturas de la película te transformes en tu seguidor más fiel.
Que te recuerdes que te mereces todo por lo que peleas. Y aunque no puedas garantizarte el fin, sí que tienes el derecho a darlo todo por el camino.
Toma papel y bolígrafo (es importante hacerlo en papel) y escribe todo lo que has conseguido en el mundo de la literatura: libros que has terminado, obras que has publicado, eventos en los que has conocido a personas maravillosas…
Cuando pones por escrito tus pensamientos se te aclaran mucho las ideas. ¡Pruébalo!
Date permiso para disfrutar
Hay muchas personas en este mundo que no se dan permiso para disfrutar de lo que consiguen y que en cuanto atrapan una meta están ya luchando por la siguiente.
Déjame decirte algo: te lo has ganado.
Siempre que consigas un objetivo, date aunque sea unas horas para poder saborearlo y disfrutarlo.
Sé que parece una tontería, pero la realidad es que si te paras una tarde y te tomas algo con amigos o te das permiso par disfrutar de tu pareja, seguro que todo va mejor.
Todo cambia. Te despertarás el día siguiente con las energías renovadas y con muchas ganas de continuar.
Gestiona tus expectativas
Quizás esos objetivos que te propusiste eran demasiado ambiciosos. ¿Qué te parece rebajarlos un poco?
Gestiona tus expectativas y trata de ser mucho más realista.
Si consigues que tus objetivos estén más calibrados podrás mantener esa motivación que te permite sentirte cómodo con lo que haces.
Piensa en todo esto como si se tratara de un videojuego. Si la dificultad desde el principio es muy elevada lo acabarás dejando y si es demasiado fácil preferirás no continuar.
Si, otra vez todo lo de los objetivos SMART.
Tú tienes que encontrar un punto intermedio.
Conclusiones
El síndrome del impostor es un reto al que todo el mundo tendrá que enfrentarse, y es posible derrotarlo.
Lo que quiero que recuerdes es que no eres el único que lo sufre y que la comunidad de escritores es lo suficientemente amplia para que puedas superarlo.
Para ello necesitas prepararte y tomarte en serio un reto que es mucho más complicado de lo que parece.
Así que sal de la burbuja y entra al mundo real para de verdad querer vivir de escribir.
¿Estás listo?
Certera reflexión, como Carmelo nos tiene acostumbrado. Conozco de buena mano este maldito síndrome que, como bien dice el autor, anula toda tu valía y carga sobre tus hombros una presión constante e injusta. Yo quiero añadir un consejo más, si se me permite: si este síndrome te ciega ante tus logros, escucha a aquellos que con la mejor de las intenciones te los intenten revelar. No puedes hacerle caso siempre a esa vocecita endemoniada, ¿verdad?
Acabo de finalizar mi primera novela y nunca me he considerado a mí misma como escriptora, creo q me va grande el nombre … 😩😩
Acabas de poner la primera piedra. Pero escritor es el que escribe ;D
¡Qué bien me ha venido leerte, Ana! Mil gracias por sentirme arropada. Un abrazo muy fuerte
Muy buen artículo, somos nuestros peores enemigos pero también al revés, si sabemos gestionar esto :))
Gracias!!
Gracias, mil gracias por tus consejos y enseñanzas Ana, estoy empezando a escribir despues de haberlo deseado toda mi vida y nunca haber encontrado las condiciones para hacerlo, estoy haciendo relatos cortos y estudiando de vosotros, los expertos, todo lo que llega a mis manos, y estoy entusiasmadísimo, pero hay veces que me entre el miedo ese, esto me da muchos ánimos, MUCHAS GRACIAS!!!!!!!