Marketing editorial para introvertidos

Te voy a contar una cosa, aquí entre tú y yo. Lo he estado guardando mucho tiempo porque sé que cuando te lo diga, no me vas a creer, pero es verdad de la buena. Soy introvertida. Una introvertida de manual. Mucha gente asume que soy extrovertida porque tengo un canal y un podcast, doy charlas en público y hago presentaciones, en definitiva, trabajo mi marketing editorial, pero lo cierto es que hago todo eso gracias a cuatro años en teatro que consiguieron que metiera mi ansiedad cuando trataba con desconocidos en una cajita pequeña. Todavía sale de vez en cuando, no creas. Compartir, hablar en público, llevar vida social es algo que me agota y soy mucho más dichosa en casa con un libro. Eso no quiere decir que no me guste salir, me gusta, pero un ratito. Soy feliz con mis propias historias y en mi mundo y tengo una inclinación natural a la soledad y a la tranquilidad. Fui introvertida antes de que eso estuviera de moda (lo puedes preguntar a las niñas que iban a mi clase en el colegio).

Ser introvertido en un mundo de extroversión

Ser introvertido no es lo mismo que ser tímido o que no te gusten las personas. Simplemente es que tus niveles de energía se agotan más rápidamente con la interacción social. Vivimos en un mundo en el que la extroversión es la norma. Y la gran mayoría de los libros de marketing que leo se basan en tácticas bastante agresivas para una introvertida como yo. Solo de pensar en hacerlas me agoto. Y a veces incluso me agoto viéndoselas hacer a otros.

Ser introvertido y la promoción de tus libros

En el panorama editorial actual, como bien decía Guillem López en este acertado artículo en Jot Down sobre el trabajo de un escritor, se asume que, además de escribir tus novelas, tienes que colaborar en la promoción, generar una audiencia, salir de tu torre de marfil, esa en la que te encantaría quedarte sin tener que interactuar con nadie. Lo sé, sé que muchos de los escritores que leen este blog se sienten así. Me leen mientras se mesan los cabellos con las manos y gimen «pero si yo solo quiero escribir…». Y sin embargo, si permaneces en la cueva, no venderás ese libro, ni el siguiente, ni el siguiente, ni tendrás una carrera como escritor.

Tranquilo. No todo está perdido.

¿Qué puedes hacer para que ser un introvertido de manual no te amargue la carrera de escritor?

Lo primero, usar técnicas de marketing de baja interacción.

¿A qué me refiero con esto de baja interacción? Las técnicas de marketing que mejor funcionan para un introvertido son aquellas que requieren poca interacción real. Por ejemplo, un podcast. Técnicas de alta interacción serían eventos de networking como la MOLPEcon, clases en una escuela de escritores o presentaciones de libros (como la que yo tengo el día 8 en Sevilla, que además irá seguida de una clase gratuita de marketing online).

Presentación y charla de marketing online

Esta es un evento de alta interacción. Me tomaré un lexatín ;D

Esas técnicas de alta interacción devoran una cantidad de energía mayor y necesitan espaciarse mucho más en el tiempo. O directamente, puedes prescindir de ellas a favor de otras que no te agoten tanto.

No hace falta que nadie te conozca personalmente

Si eres un introvertido confirmado, es muy poco probable que te interese hacer presentaciones de libros o apariciones públicas. Preferirías morir antes de tener un canal de Youtube. No pasa nada. Puedes publicar con pseudónimo, dejar claro que es un pseudónimo (como ocurre en el caso de Elena Ferrante) y no tener fotos tuyas en tu blog (o fotos en plan «no se me ve la cara»). Elige una red social que no esté basada en la imagen para interactuar con tus lectores y en la que no haga falta el follow back. Introvertidos: vuestra red es Twitter.

Programa la valentía

Ay, pero lo anterior está genial si eres escritor de novela negra o de novela contemporánea, pero ¿qué ocurre si eres escritor de literatura infantil? El que tu libro sea elegido por un colegio puede ser la lotería para un escritor, pero también el mayor de los terrores si eres introvertido. Enfrentarte a más de 100 «cocacolos» en una mañana es una experiencia estremecedora y que puede terminar con tu provisión de canas. Así que programa esas visitas para que no te agoten. Una al mes, por ejemplo.

Limita las interacciones

No todo tiene que ser interacción abierta. Si no vas a dedicar demasiado tiempo a interactúar con tus lectores, elige el sitio donde vas a hacerlo. Cierra por ejemplo los comentarios del blog y automatiza la newsletter para que se envíe automáticamente cuando actualices y contesta solo en Twitter. Dedica un tiempo diario de unos quince minutos a hacerlo (o si prefieres, hazlo un par de veces por semana). Las interacciones necesitan un reposo mental, así que selecciona muy bien los blogs de tu género con los que vas a interactuar (porque sí, tendrás que hacerlo). Me refiero a que leer blogs que reseñen lecturas de tu género y dejarles un comentario cuando coincidan con tu apreciación, es un trabajo que puede que te cueste menos y que va tejiendo poco a poco una red de contactos. Incluso los introvertidos necesitamos mejores amigos que entiendan de lo nuestro.

Si no quieres hacer ni siquiera esto, tienes que tener lo básico: un sitio web aunque sea estático actualizado con tu información y con la de tus libros, con un formulario de contacto y un cajetín de suscripción (en el que sería ideal ofrecer un lead magnet para fomentar la lista de correo). Si elaboras un autoresponder que vaya enviando una secuencia de correos automatizada hablando sobre tu género a cada nuevo lector, puedes olvidarte del tema e ir añadiendo a la secuencia un artículo mensual. Solo tendrás que escribir a la lista cuando salga un nuevo libro. Los introvertidos en general somos mejores escribiendo que hablando.

Comparte solo lo que quieras

Si eres introvertido, puede que no te sientas cómodo en redes como Instagram que comparte parte de tu vida privada, nadie tiene por qué ver las partes vulnerables de ti. Tú compartes en redes lo que quieres y mantienes tu privacidad hasta donde tú quieres. Si no te sientes cómodo, compartiendo cosas de tu día a día, comparte solo tus lecturas. Después de todo, es por eso por lo que estás ahí, por la literatura.

Escribe rápido y mucho

Si eres introvertido y limitas las interacciones con tu público y las apariciones en público, te costará más generar una audiencia de lectores. ¿Cómo luchar contra esto? Ya te hable hace un tiempo del algoritmo de Amazon, si publicas muy a menudo, vas generando catálogo y tienes que hacer cada vez menos marketing. Para eso, tienes que tener un corrector de confianza que trabaje contigo y o bien saber maquetar y hacer portadas o contratarlas.

Para poder hacer un buen papel en estas dos tesituras, puedes consultar los cursos de la plataforma de MOLPE.

También habrá que ponerse las pilas con el Amazon Ads y el Facebook Ads. Si no haces marketing de contenidos en redes y blogs, invierte en publicidad pagada para llegar a los lectores.

Recarga pilas

Lo más importante es que si limitas los recursos a lo imprescindible tendrás más tiempo para escribir y aumentar ese catálogo. Encuentra aquello que te carga pilas y programa tu día para que te dé tiempo de hacerlo. No explotes en público. Toma aire, respira, no digas cosas de las que luego puedas arrepentirte. Sé que no hay un modelo único de introvertido y que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, pero espero que los puntos anteriores te ayuden en este camino espinoso del marketing online para escritores que le ha tocado a nuestra generación.

Tú eres la única persona que puede decidir qué es lo que funciona para ti y soy una gran fan de escoger las batallas correctas.