Modelos de negocio online para escritores

Cuando empecé en esto del emprendimiento en escritura, busqué información en internet sobre cómo podía generar ingresos mientras iba aumentando mi catálogo de libros. Puse en el buscador: «modelos de negocios online para escritores» y el resultado de esa búsqueda no pudo ser más decepcionante.

En ninguno de los artículos que encontré sobre modelos de negocios online para escritores se explicaba nada práctico. Así que, como en casi todo, tuve que buscar fuera de lo que era el mundo editorial e ir probando. Ensayo-error.

Hoy quiero compartir contigo una guía de los pasos que hay que dar para tener un negocio online que te permita tener tiempo para escribir, algo que te sirva de verdad si quieres ser escritor emprendedor.

Primer paso: la tormenta de ideas

Muchos escritores se quedan atrapados en este punto, incapaces de liberarse de la parálisis por análisis y hacer más. Nunca llegan a poner las cosas en práctica. Sí, tienen la vaga idea de que les gustaría ganarse la vida como escritores pero se limitan a leer y leer artículos sin implementar nada.

En realidad, todo parte de un punto: tú y el lector que quieres atraer. Es decir, tener claro —como siempre— quién es tu público objetivo y, una vez lo tengas claro, pensar en qué fortalezas tienes para poder ser original y distinguirte de la masa de escritores que pululan por internet.

Lo más sencillo para monetizar un blog es ofrecer servicios: corrección de textos, lectura editorial, copywriting. Los servicios solo necesitan una página de venta y ya. Pero tienen un handicap importante: tu tiempo. Así que servicios sí, pero necesitas también infoproductos porque te van a dar vida y horas de tiempo, que al final es lo que quieres. Tener tiempo para escribir.

¿Qué infoproductos puedo vender en mi blog de escritor? En este artículo, te lo contamos largo y tendido, pero te hago un resumen:

  • Libros (sí, los libros digitales son un infoproducto).
  • Audiolibros (por ejemplo, este es el nicho que ha elegido Valeria Marcon)
  • Cursos: que pueden ser productos aislados o bien una suscripción, como la plataforma de MOLPE
  • Plantillas que simplifiquen la vida (como por ejemplo hace Mariana Eguaras en maquetatulibro.com)
  • Vender fotos. O fondos de pantalla. O mockups. La imaginación no tiene límites.

Productos físicos

Es un poco más latoso porque tienes que gestionar la distribución de los productos por correo, pero yo lo hago así con los libros en papel (por ejemplo, en la tienda puedes comprar La Sociedad de la libélula, dedicado y con un colgante de libélula de regalo).

Pero no solo puedes vender libros. Te pongo otros ejemplos:

Segundo paso: cómo montarlo

Aquí es cuando empiezan los problemas. Tendemos a ser autodidactas (y en la plataforma de MOLPE tienes un curso sobre cómo montar una tienda online y aquí te contamos los requisitos legales) pero tienes que valorar tus limitaciones: si eres tecnopléjico, vas a necesitar ayuda para hacerlo. Porque una web chapucera será lo primero que eche para atrás a un posible comprador. Sobre todo si le aparece que el dominio no es seguro.

Todo negocio necesita una inversión mínima.

Para empezar, darte de alta de autónomo. ¿Te lo vas a tomar en serio? ¿Ser escritor va a ser tu trabajo full time? Pues si es así, tendrás que ser profesional y poder facturar. En el curso de fiscalidad de la plataforma, Nuria Hidalgo aclara las bases de todo esto.

El primer año, la cuota de autónomo es reducida, así que tienes un año para validar tu idea. Pero cualquier idea —sea esta la que sea—, no sirve de nada sin visibilidad. Y haciendo las cosas bien, la visibilidad tarda unos seis meses en empezar a dar frutos, así que puede que antes de empezar a pensar en monetizar tengas que pensar en tener audiencia.

Eso es lo que digo en el primer capítulo de Cómo monetizar tu blog de escritor. Nunca hay que empezar una casa por el tejado. Primero hay que montar los cimientos para que nada ni nadie la derrumbe.

Así que, si este es tu problema, puedo ayudarte a acortar tiempos con una sesión de estrategia.

Tercer paso: dar cera, pulir cera

Ya tienes una web montada, un calendario editorial orientado a atraer al lector que te interesa, una lista de suscriptores donde ir fidelizando a los que llegan y una tienda online que funciona.

Empiezan a llegar las primeras ventas.

No hay nada como el subidón de despertarte por la mañana y ver que has vendido algo mientras dormías. Aunque sea poco dinero.

Este paso suele empezar a los seis meses de montar —bien— el blog. Pero ahora hay que crecer y para crecer tienes que marcarte objetivos mensuales, trimestrales y anuales, como cualquier empresa.

¿Quieres o no quieres ser escritor emprendedor?

Pues tu hoja de guía es Analytics. Sí, esa cosa que el 90% de los escritores ni siquiera mira. Por eso es un error montar tu web en WordPress. com (porque no puedes ponerle Analytics, entre otras cosas). También hay un curso para traducir Analytics del chino al entendible en la plataforma y aquí, Jaume te lo explica a grandes rasgos.

Cuarto paso: automatizar y escalar

Veo a muy pocos escritores en este paso en España. Tal vez porque el concepto de escritor emprendedor es todavía visto como si fuera un hipopótamo rosa en medio de un banquete de gala. Con escepticismo y un montón de prejuicios.

«Eso no es ser escritor. La literatura es arte»

Sí, la literatura es arte y los libros, os guste o no, productos de venta. Los escritores tenemos que hacer algo tan prosaico como comer y pagar la hipoteca, así que necesitamos vender para vivir de nuestro trabajo.

En el mercado editorial hispano, no basta —como ocurre en el anglosajón— veinte libros para ingresar 50000 euros al año. Mi experiencia —tanto individual como con varios alumnos— es que para empezar a ingresar un sueldo mileurista necesitas tener un catálogo de unos siete-ocho libros en el mercado (y que la mayoría de ellos sean gestionados por ti, esto es autopublicados).

Tal vez porque es muy complicado no tirar la toalla en el proceso. La resiliencia también hay que trabajarla. La diferencia entre un escritor profesional y un aficionado es simplemente que el escritor profesional lo intentó más, era más cabezota, tenía más claro cuál era su meta.

Aquí cobra importancia otro tema: la automatización de tareas y delegar.

Porque podemos morir de éxito, como demuestra la bandeja de entrada de mi correo al que llegan alrededor de 300 mails al día. Afortunadamente, hay una maravilla llamada filtros en gmail que me permite organizar el correo en etiquetas y limita el estrés.

Es el periodo en que decides formar equipo para no cortarte las venas.

¿Te ayudo a avanzar al siguiente paso?